Goateemala

La semana pasada estuve de visita en la capital chapina trabajando con Grupo Ceiba en una zona terriblemente marginada, exactamente en la colonia El Limón, de la Zona 18 de la ciudad. Fueron días fascinantes donde conocí un sistema de educación alternativa muy exitoso y en suma efectivo, a gente de una calidad humana y empuje envidiable, a juventud por demás necesitada y ávida de oportunidades, así como una serie de logros y nuevos intereses por trabajar con CCA´s y abrir nuevos centros en varios puntos del país. Terminada la agenda el jueves después de no sólo presentar el trabajo que hacemos en el programa al primer asociado en nuestro vecino del sur, sino de aprender y conocer mucho del trabajo que han hecho desde el ´89 en la comunidad; pude además conocer un poco, de la capital de noche además de viajar por un par de días, suficiente para enamorarme, a Comalapa en Chimaltenango, y de ahí a Panajachel y otros poblados en Sololá.

Cabe mencionar además que fue interesante recibir los muy tempranos rayos del sol al abrir los ojos con las primeras balaceras de la mañana dando pequeños saltos en la cama, a veces cada hora como campanario para así pasar el día, toda la semana.

Abrazo. Aquí estamos algunos niños de la primera fase del grado Básico y yo, del programa de Educación Alternativa, después de la hora de salida el jueves 19. Son las instalaciones de Ceiba en Lomas de Santa Faz, una zona más alejada del casco urbano en la Zona 18. Cabe mencionar que las mismas son prestadas por el Estado a través del MINEDUC siendo que se encontraban en desuso.

Sin querer ser injusto al no recordar todos sus nombres, los pequeñuelos que me abrazan han sido un mensaje para mí. No recuerdo alguna ocasión en que haya sido abrumado por tan fuerte necesidad de afecto, de tacto, en sí de comprensión. No hablo de orfandad per se. No hablo de que las figuras paternas son suficientes por sí mismas, o en toda ocasión constructivas.

Esa necesidad de protagonizar, de ser atendidos y estimados veo que nace de la desatención, carencia, y desesperanza en que ellos mismos ven envueltos sus primeros años. Es menester entonces procurar que el hoy y el mañana tengan una oferta distinta. O al menos una oferta, y en este caso queremos apuntar a una educación acompañada de las condiciones que la permitan y favorezcan.

ONG. Esta asociación, Grupo Ceiba fue la anfitriona y la culpable de mil cosas. Entre ellas de cambiar la vida de muchachos pandilleros, ¨mareros¨, hoy con capacitación técnica y empleados en el sector privado (y mejor aun con metas, esperanzas). Difícil saber a cuántos ha dado oportunidad para evitar apenas entrar a alguna mara, lograr resistirse a ellas, ocuparse en construir un futuro que en principio les había sido negado.

Ahora ellos han logrado comenzar junto con nosotros en Programas Sociales, una nueva etapa en su labor buscando ofertar un programa más y más integral en formación académica, pero humana, para un creciente número de niños y jóvenes más bien obligados a confrontarse como adultos al resto de una sociedad bastante empobrecida en su generalidad.

Lograr el reconocimiento oficial de grados Secundaria y Bachillerato sea por diversidad o por madurez es la nueva meta. La conjunción de los programas educativos en línea de CCA´s así como la oferta presencial de Ceiba bajo líneas curriculares aptas y encaminadas a cumplir un mínimo de los planes de educación pública.

Aparecen Raquel de Escobar, Subdirectora Técnica Pedagógica y Coordinadora de Inglés; Katrien Goris, voluntaria en la asociación y encargada de idioma Inglés para diversos grupos de niños; Jayro Caceros de Educación Alternativa y Diseño Gráfico además de Webmaster; Marco Castillo, Director General y fundador; Evelin Gómez, Teleformación y Ofimática además de ser mi enlace para el viaje; y Marco Caceros, Director Técnico y quien al recibirme muy tarde un domingo en el poco transitado aeropuerto de la capital, comenzó a adentrarme en la dinámica de la Zona 18, el complejo mundo de jóvenes y maras, y claro sobre el funcionamiento de la asociación y sus principales logros.

En sí, Ceiba se autodefine como una Asociación laica, no gubernamental y sin fines de lucro. Fundamentan su trabajo en prevención de fenómenos de droga y mara, aportando además a la reducción del malestar social en niñez y juventud de sectores urbanos y rurales vulnerados y marginados por el sistema.

Agua. Cruzando el Lago Atitlán, en el muy bello y autóctono Departamento de Sololá. Toda una atracción. Grande, bello, limpio. El Lago comprende un número de poblados a sus márgenes que enriquecen con belleza humana y cultural su ecosistema. La lancha nos llevó en uno de sus últimos viajes del día a Santiago Atitlán, punto opuesto a Panajachel donde pasamos parte del sábado y la mañana del domingo. Veinte minutos de azules vientos fríos, volcanes que aparecían entre la espesa neblina, las aldeas lejos de nuestras olas, solitarios pescadores en barcas de madera.

Fue muy agradable descubrir un punto mucho menos manchado que Pana por presencia turística y los vicios que el occidental carga consigo irremediablemente. Mucho más callado, auténtico y con vida propia, Santiago fue un excelente postre para el viaje de fin de semana. Aquí conocí un templo al que se ingresa tras cruzar en grandísimo atrio, cuyo altar, Cristo y figuras de culto no sólo se encuentran tallados en gigantes piezas de una madera muy oscura y se ocultan tras impenetrables sombras. Sino que la presencia musical es amplia, por lo que vi indispensable, y en particular un muy aceptado cantar que sin duda tuve que identificar como el Corrido de Jesucristo.