Gran Cañón
Entre la ridícula forma en que AMLO tilda de populista a Calderón, las 10 mil toneladas de basura acumulada en las calles de Acapulco, y el siempre nefasto calor al que uno no termina de acostumbrarse; sale a relucir el ruidoso tema de la amenaza nuclear que representa Corea del Norte.
No es nueva la crispación repentina que un movimiento irreverente del Estado que posee Kim Jong Il, causa en los interesados en los affaires internationales y por supuesto, en los vecinos cercanos a la península coreana.
Pero no es nada nuevo. El movimiento forma parte de un plan y su estrategia digamos a mediano plazo. Podría parecernos que esta vez el tema adquiere una nueva urgencia y dimensión, y la producción de misiles balísticos intercontinentales plantea un peligro sin precedentes para la región. Claro que es urgente resolver el escenario y preservar la paz, así como el peligro ha incrementado y las posiciones se endurecerán aún más.
Sin embargo me parece ha sido un logro de la diplomacia norcoreana, un constante posicionamiento para ellos efectivo. Cada cierto tiempo echar las bengalas, disipar algunas sombras, y dejar que se desvanezcan para repetir cuando haya necesidad.
Es a través de esas ´intervenciones´ periódicas que se conserva en el mapa obligando a la prudencia, moderación y preocupación del resto de los actores de las Six-Party Talks, interrumpidas ya por un par de años.
Por otra parte veo que es más la preocupación y cambio que genera en observadores externos, que los efectos que el conflicto en esta etapa tiene en los pobladores de Corea del Sur, más bien acostumbrados a que pase que no pasa nada.
Sí, importante el riesgo que representa para Japón una supuesta mejora en la tecnología bélica de los comunistas, para Estados Unidos continental de ser ciertas el rango intercontinental del Daepo dong-2, y en el Oriente Medio de corresponderse una demanda para la muy posible oferta de misiles.
Será interesante ver cómo avanza el tema en los próximos meses, y si se logra dejar las cosas en riesgos, o lograr bajarle de tono.

No es nueva la crispación repentina que un movimiento irreverente del Estado que posee Kim Jong Il, causa en los interesados en los affaires internationales y por supuesto, en los vecinos cercanos a la península coreana.
Pero no es nada nuevo. El movimiento forma parte de un plan y su estrategia digamos a mediano plazo. Podría parecernos que esta vez el tema adquiere una nueva urgencia y dimensión, y la producción de misiles balísticos intercontinentales plantea un peligro sin precedentes para la región. Claro que es urgente resolver el escenario y preservar la paz, así como el peligro ha incrementado y las posiciones se endurecerán aún más.
Sin embargo me parece ha sido un logro de la diplomacia norcoreana, un constante posicionamiento para ellos efectivo. Cada cierto tiempo echar las bengalas, disipar algunas sombras, y dejar que se desvanezcan para repetir cuando haya necesidad.
Es a través de esas ´intervenciones´ periódicas que se conserva en el mapa obligando a la prudencia, moderación y preocupación del resto de los actores de las Six-Party Talks, interrumpidas ya por un par de años.
Por otra parte veo que es más la preocupación y cambio que genera en observadores externos, que los efectos que el conflicto en esta etapa tiene en los pobladores de Corea del Sur, más bien acostumbrados a que pase que no pasa nada.
Sí, importante el riesgo que representa para Japón una supuesta mejora en la tecnología bélica de los comunistas, para Estados Unidos continental de ser ciertas el rango intercontinental del Daepo dong-2, y en el Oriente Medio de corresponderse una demanda para la muy posible oferta de misiles.
Será interesante ver cómo avanza el tema en los próximos meses, y si se logra dejar las cosas en riesgos, o lograr bajarle de tono.

1 Comments:
Kimmy Neutrón está de moda.
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