Previo al descanso

Los amigos no se cuentan en las listas de la agenda electrónica, o en los contactos recopilados a través de comunidades virtuales.

A veces creemos ver sus nombres o cuentas en correos colectivos, y por tanto estar rodeados con su presencia.

Será también que creemos saber de ellos a través de sus imagenes publicadas o en el mejor de los casos, de esporádicas líneas que pudiesen dirigir a nadie más que la constelación de bytes y su código binario.

Esto es, claro, con aquellos con quienes el contacto ve más restringidas sus formas.

En palabras más llanas, son acciones las que construyen (o destruyen) nuestras amistades, no sílabas entrelazadass.

Así, hago consciente el agradecimiento que siento y el compromiso de actuar para ser consecuente.